Los sistemas creados por el hombre, en cualquier aspecto (políticos, sociales, sindicales, etc), afrontan la angustiosa agonía del fracaso. Su cometido o intención original se encuentra en decadencia a causa de insistir sostener sus estructuras en los individuos y no en los principios creadores de igualdad y solidaridad.
Los actores que han surgido del clamor de la esperanza popular, se han lanzado al estrellato, emergentes de la lucha de egoísmos y vanidades que supieron alimentar. Acompañados de un aparato siniestro que los nutre y se retroalimneta según las circunstancias coyunturales.
¿Por que fallamos, entonces?
Seguimos insistiendo en la vieja teoría de que para gobernar se necesitan ocupar espacios de poder. ¿pero que sucede cuando ocupar esos espacios se convierten en el único objetivo?
Resulta molesto saberse estúpido y mas aún cuando todos somos concientes de las causas que nos trajeron hasta aquí y que denunciaremos, protestaremos y arrojaremos al averno a los culpables, a los otros, a la oposición ,a los que gobiernan a los que les hemos concedidos los designios de nuestras vidas, pero nunca a nosotros......No, ¿porqué a nosotros? si después de todo " Yo para eso los voté".
DAR.-
DAR.-
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